Mientras que los estatutos dicen que debe haber al menos una Junta Directiva al mes y una Asamblea general al año, la dirección de la entidad convoca encuentro que denomina Junta General más de un año después de ocupar el cargo, lo que se añade a la increíble cantidad de irregularidades y abusos de autoridad que rodearon su autoproclamación, como la no convocatoria a todas las personas inscritas escudándose en que habían perdido el libro de socios, para más tarde decir que lo habían recuperado y ahora haber comprado uno nuevo en el que no constan muchos de los anteriores socios.
Por si fuera poco, en esta Junta Directiva han querido aprobar asuntos que en los estatutos se reservan claramente a la Asamblea General, que es el máximo órgano de representación de la entidad, y que debió convocarse hace unas semanas pero no se hizo. Entre estos asuntos destacan la aprobación del Acta de la anterior aSamblea y las cuentas del último año, las cuales, y como viene siendo tradición entre las personas que mangonean la entidad, no fueron publicadas hasta minutos antes de su aprobación, a pesar de sus promesas en todas las asambleas de que en la siguiente lo harán ‘’porque es una obviedad’’.
Hay que recordar que los estatutos que están incumpliendo no vienen de atrás, sino que fueron redactados en secreto por los actuales dirigentes de la entidad, y que no se permitió su lectura hasta apenas dos horas antes de someterlos a la asamblea, donde se opusieron a abrir un plazo de un mes de exposición y alegaciones alegando que había que aprobarlos con urgencia para que la entidad empezara a cumplir la ley de asociaciones de 2003 que incumplían desde entonces, y prometiendo un plazo de seis meses tras su inscripción en el Registro Canario de Asociaciones, coacciones y promesas que más tarde incumplieron dado que tardaron varios meses en entregarlos en la oficina correspondiente, retrasando casi un año los trámites y comiéndose posteriormente 5 de los 6 meses del plazo de alegaciones que habían prometido además de haber reusado hacer unas elecciones como prometieron al proponer la ‘’elección exprés’’ en la que fueron elegidos, y que tampoco cumple los criterios más básicos de democracia.
Para intentar arreglarlo de cara a las autoridades, o para más inri, han falseado el contenido del acta para que deje de reflejar el acuerdo que se tomó y en su lugar sustituirlo por un simple ‘’se aprueban los estatutos’’, además han borrado varias intervenciones críticas de las que se pidió que quedara constancia y se ha cambiado el enunciado a varias de las propuestas, destacando la que dice que se apoya la formación de una plataforma al margen de la ley de asociaciones, cuando en realidad, y aunque parezca mentira, lo que sometieron a votación fue que si ‘’la labor con el PGO había sido importante’’, sin dar más datos ni explicaciones.
Por todo lo anterior, miembros de otras asociaciones ya han anunciado que presentarán propuestas en sus asambleas para instar a la Asociación Las Tres Calles de Tejina a rectificar sus acciones y empezar a cumplir con la legalidad y sus estatutos, a convocar unas elecciones internas, a desglosar mejor sus cuentas, a aclarar que pasó con el anterior libro de socios, a utilizar el Mesa de Tejina y las redes sociales para difundir la información de la entidad y la documentación de las asambleas antes de su convocatoria y a no bloquear, censurar ni vetar a los ciudadanos, a respetar el derecho de los ciudadanos a expresarse, y en general, a no mancillar la Democracia en beneficio propio y ejercer los cargos con Transparencia, Igualdad, Fraternidad y respeto por la Libertad y los Derechos de los ciudadanos.
Damián Carlos Méndez
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