Valle de Guerra necesita un par de ostias

En realidad hay falta de ostias a lo largo y ancho del territorio nacional, pero el caso de Valle de Guerra es especialmente llamativo porque siempre dio la impresión de que allí las ostias sobraban. Cuando parábamos en la Plaza de Tejina, la Alcaldía, el Polideportivo de Milán, el Búnker, la bloquera, el instituto y demás puntos de encuentro, siempre que se iba un vallero decía “Me voy p’al oeste” o “Me voy pa’casa la ostia”, y cuando alguien decía “p’allá pa’la ostia” refiriéndose a que algo estaba muy lejos, el vacilón era decir “¿Pa’donde? ¿P’al Valle?” “No. Pa’la ostia, pero pa’la otra”. Valle de Guerra es “El Pueblo de las Ostias” de toda la vida.

Además siempre fue un pueblo muy insumiso y anclado a sus tradiciones, es uno de los pocos sitios en los que los pives se siguen ajuntando en la vía pública pese a los toca-pollas de la policía, (Aviso: si nunca te han cacheado no vas a entender lo de policías toca-pollas, así que no te molestes en criticarlo), y se sigue celebrando La Librea a pesar de que vivimos en estos tiempos en los que se persigue todo lo que se empezó a hacer antes de la llegada de la supuesta “democracia” en la que los partidarios nos dicen que vivimos. Siendo así, parece increíble que un montón de frikis que no conocen ni sus propias calles se hayan convertido en el azote del pueblo, y esa situación ha salido a relucir con el incidente protagonizado por el sacristán durante una actuación del grupo Abubukaka, que intenta hacer humor aunque no siempre lo consigue, y viven principalmente de gente a la que le gusta que le digan cuando y de que hay que reírse, o que pertenecen a la izquierda republicana más recalcitrante que sigue sin aceptar la paliza que se llevaron, bueno, actúan para ellos, porque lo que es vivir, viven de las administraciones públicas y el favor de los políticos de izquierdas.

Al parecer, durante su actuación en Valle de Guerra, este grupo trató de representar de nuevo una pelea entre la Virgen de Candelaria y la Virgen del Pino, una actuación que ya desató la indignación de la Esclavitud del Cristo de La Laguna y otros grupos religiosos que no dudaron en expresar su malestar por la ofensa a sus sentimientos religiosos, llegando a proponer un boicot, teniendo el grupo que cambiar la ubicación de su espectáculo mientras respondía a las críticas con cierto infantilismo, y eran defendidos por lo que hoy es Unidas Podemos, o lo era hasta antes de ayer, mientras el PSOE callaba como las putas de Tito Berni, y el PP como siempre trataba de sacar tajada del asunto para ganar votos de los católicos a los que desprecian, sin embargo, Abubukaka no aprendió la lección, y han venido a dar a los valleros la mercancía averiada que no quisieron comprar en La Laguna, y por sorpresa para muchos, tuvieron la poca vergüenza de mandar a acostarse al sacristán que protestó, y para más sorpresa eso no les costó la ensalada de ostias que se podría esperar que se llevaran en El Pueblo de las Ostias, se ve que con la crisis andan bajos de defensas y medio desorganizados.

Más extraño aún es ver como se defiende a la comisión de fiestas “porque han trabajado mucho”, con el mismo argumento se podría decir que Hítler no era tan mal tipo, al fin y al cabo el tío se lo curró con lo del Nacional Socialismo ¿Eso excusa lo que hizo? Podría parecer que eso es lo que quieren decir quienes defienden a capa y espada a la comisión de fiestas, pero la realidad es más terrible todavía, a ellos no les importan los argumentos y nunca tendrán un debate con un mínimo de honradez intelectual, tienen una posición prefijada y dirán todas las tonterías que se les ocurran para defender lo indefendible. Y peor aún es la postura de Abubukaka y los medios pagados por políticos que les defienden, vendiendo esa imagen de “irreverentes”, siendo este el mejor de sus chistes, porque cuando tu espectáculo encaja al dedillo con el discurso del poder establecido, en este caso el nacional socialismo de Pedro Sánchez, más que un irreverente eres un mamporrero, habría que ver si tienen el valor de hacer chistes con los temas tabú de ahora, los cuales no se pueden ni nombrar porque aunque ellos tienen el privilegio de pernada sobre la legalidad vigente, cualquiera que no esté contratado por el ay untamiento y ofenda los sentimientos ajenos puede terminar en la cárcel.

Pero quién sabe como se tomaría esta gente una tanda de chistes sobre ellos, lo mismo se los toman por el culo y se agarran fuerte mosqueo, o puede que ya estén tan acostumbrados que les resbalan hasta los supositorios para elefantes, tampoco se puede descartar que en ese ambiente de ““humor”” de izquierdas estén tan degenerados que todo les parezca poco y pidan a gritos que les den más y más fuerte, tal vez sean de esos artistas excéntricos que pidan cosas raras durante las actuaciones, como barra libre de carne empujada, solo hay que escuchar el nombre que muchos eligieron amar: “Abubukaka”, lo cual a muchos otros nos suena a “vaselina con mierda”, “mezclada, no agitada” que diría 007, seguramente reaccionarían como la mayoría de ocasiones, como payasos sin gracia que creen que tienen la última palabra sobre lo que es gracioso y lo que no, o como unos niños malcriados y canosos que creen que siempre pueden salirse con la suya, solo hay que ver los vacilones que se agarran con los kinkis y sus costumbres, a pesar de que hasta el más escuálido de ellos se podría comer a ostias a los cuatro en la calle que menos se esperen, sobre todo los de los pueblos, ya que a diferencia de esos manos suaves, saben lo que es trabajar duro desde bien pequeños. Y es que incluso si eres un cosmo-paleto de ciudad, el humor tiene dos límites, uno es la ley, y otro es tu capacidad para encajar las ostias de las personas a las que ofendes, y estos machangos han cruzado ambos.

En cuanto a los valleros con menos luces, e incluso algún tejinero y lagunero que también a entrado al trapo, que dejen de quejarse y vayan a misa a ver al mismo sacristán que preparará la iglesia para sus entierros, así llegan al día final con algo menos de mierda entre las orejas, sobre todo si finalmente se desata una guerra, porque en la guerra puedes morir a manos de dos clases de personas, las que van a misa y te meten cinco tiros de fusil en el pecho porque no quieren causar mas dolor del necesario, y los que se sienten abandonados por Dios y te meten un tiro de arma corta en el hígado, y si yo fuera un rojo de mierda como ellos, en un momento histórico como el actual, me preocuparía muy mucho de que los valores de la Iglesia permanecieran intactos y que el mayor número de personas se guiara por esos valores, porque si no puede que el que entre en tu pueblo o ciudad dirigiendo a un grupo de locos armados hasta los dientes, que han visto a sus hermanos de armas morir, terminar con el cuerpo y el alma destrozados por los horrores de la guerra, o traumados de por vida tras haber perdido la condición humana en el fragor del combate cuerpo a cuerpo, no sea un regular católico, sino un kinki loco hijo puta, y a esas alturas, rezar y pedir perdón a última hora no les va a servir de mucho. Mejor que empiecen a respetar a las iglesias de nuestros abuelos y las personas que las custodian desde ahora.

No olviden los tiempos en los que algunos de los mejores hombres que ha dado esta tierra cruzaron España, y al entrar en los pueblos eran recibidos por mujeres vestidas de negro, que entre lagrimas, y con la cara demacrada por el dolor y la impotencia, les tiraban de los uniformes gritando “¡A mi marido lo mataron por ser de la esclavitud del santo patrón!”, “A mi hijo lo mataron porque estaba estudiando para cura!”, “¡A mi nieta la violaron porque era monja!”, “¡A mi hermana la mataron por ir a misa!”, “¡A mi sobrino lo mataron por ser sacristán!” ni a aquellos hombres preguntando “¿Quién fue señora?” antes de que aquellas mujeres levantaran sus manos temblorosas por la agitación, el miedo y la desnutrición, y señalaban a los culpables, “¡Ese!” “¡Fue ese de ahí!” “¡Mátenlo!” “¡¡¡MÁTENLOOOOOOO!!!” Traten de imaginar a donde dispararon, y lo que hicieron aquellas mujeres a aquellos desgraciados durante sus últimas horas de agonía, y piensen en eso la próxima vez que sientan la más mínima tentación de atacar de cualquier manera los valores en los que se basa nuestra civilización, malditos animales de dos patas.

Sobre el problema de fondo, la solución es bien sencilla, hay que terminar con la aberración de que los políticos pica-pleitos de mierda sean quienes designen a las comisiones de fiestas, y establecer un sistema en el que sea al cura de cada parroquia quien dé legitimidad a las comisiones de fiestas en honor a vírgenes y santos. Y antes de que lo digan, sí, por favor, dejen de dar dinero de los ayuntamientos para las fiestas patronales y las tradiciones, no hacen sino convertir en chiringuitos, condicionar y degenerar con actuaciones como las de Abubukaka, que seguro que tienen un público y un lugar, pero ese lugar está bien lejos de fiestas y tradiciones católicas. Al fin y al cabo, es nuestro dinero, y seguro que nos sale más barato dárselo directamente a una comisión decente que pagar impuestos para que termine en manos de gente como esta, tras haberse escurrido la mayor parte por los “agujeros” del estado. Y si no quieren, siempre nos queda tirar de anarco-capitalismo, dejar de pagar impuestos, volver a pagar las obras y servicios públicos mediante pedidas, poner en las lindes de los pueblos a todo el que trabaje para alguna administración pública, y reventar a todo el que quiera restaurar el nacional socialismo en nuestros pueblos, aunque creo que si las cosas siguen por este camino, eso lo vamos a tener que hacer sí o sí.

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